Epicondilalgia

La epicondilitis , también conocida como codo de tenista, no solo afecta a los atletas sino a todos aquellos que realizan actividad repetitiva con las extremidades superiores. Existen diferentes formas de epicondilitis, todas caracterizadas por dolor en la parte lateral del codo.

Si no se trata adecuadamente, la situación se vuelve cada vez más grave y dolorosa hasta el punto de que incluso el simple gesto de levantar el brazo para beber un vaso de agua se vuelve problemático. En primer lugar, debe señalarse que este síndrome ha tomado el nombre de epicondilalgia y ya no epicondilitis.

Esto se debe a que en el pasado todos los problemas se atribuyeron a la causa inflamatoria, mientras que con las últimas evidencias científicas parece que el proceso neurogénico degenerativo de los tendones involucrados es predominante .
 

Causas

La causa de la epicondilitis siempre es mecánica , debido al sobreesfuerzo de la parte afectada y a los deportes o movimientos de trabajo repetitivos. El trabajo repetitivo de la mano y el antebrazo (por ejemplo, el realizado por trabajadores en línea, electricistas, fontaneros, tenistas) es un factor predisponente. A menudo comienza con un pequeño traumatismo cerrado en la parte lateral del codo, que en asociación con movimientos repetitivos desencadena la patología. Incluso las alteraciones mecánicas del codo y el brazo pueden tener las mismas consecuencias.
 

Síntomas

El dolor es el síntoma predominante y se localiza donde estas fibras se unen al hueso en el lado externo del codo. Clínicamente, comienza con un dolor de aparición sutil, con dolor durante el uso combinado de mano, muñeca y codo. El dolor puede aumentar por la tarde, después del trabajo o días de deporte. Por lo general, la sintomatología se vuelve más intensa en términos de tamaño y duración, con mayores dificultades funcionales y reducción progresiva de la actividad hasta una impotencia funcional real. Algunos pacientes también informan que coger un vaso de agua es doloroso y extremadamente difícil.
 

Diagnóstico

El examen radiológico suele ser negativo (aunque a veces hay pequeñas calcificaciones). El diagnóstico es principalmente clínico, incluso si un ultrasonido local, mejor si se realiza con Doppler color o potencia, permite identificar las áreas de degeneración y aumento de la vascularización.
 

Tratamiento

Hasta hoy, en formas agudas (dolor continuo), la terapia de epicondilitis tiene como objetivo eliminar la inflamación y el dolor al interrumpir o reducir temporalmente el deporte o el trabajo, combinando el uso de medicamentos antiinflamatorios locales con una posterior inmovilización del codo durante unas pocas semanas, si es el primero. Si la fase de tratamiento no funciona, se suele recurrir a 2-3 infiltraciones locales. En formas rebeldes a la terapia conservadora, la cirugía a menudo se ha indicado.

En los últimos tiempos, el uso de ondas de choque seguidas de terapias físicas se ha extendido con bastante éxito.



 

Lo que ofrecemos, completando las terapias clásicas, es un tratamiento de neuromodulación (estimulación nerviosa profunda (DNS)), con el cual nuestros pacientes han obtenido excelentes resultados conservadores y posquirúrgicos, minimizando el riesgo de recurrencia.

 

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